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EL “JUGADOR DE FÚTBOL” Y EL “FUTBOLISTA”

Por Alejandro Chamorro, Entrenador del C. D. Racing de Mayorga

Siempre ligado al fútbol, Alejandro, ha sido entrenador del Betis de Valladolid y es un reputado ojeador actualmente.

Las diferencias entre el “JUGADOR DE FÚTBOL” y el “FUTBOLISTA” donde mejor se aprecian son en el fútbol aficionado.
Para ser JUGADOR DE FÚTBOL solo hace falta un equipo. Tú APTITUD para el deporte del fútbol puede ser buena o mala, más o menos hábil, listo, rápido, fuerte, tener mucho gol o poco, ser lento, torpe, un paquete. Lo que realmente te eleva a la categoría de FUTBOLISTA es la ACTITUD dentro y fuera del terreno de juego.

 

EL JUGADOR DE FÚTBOL, durante la preparación semanal, suele faltar al entrenamiento, tiene exámenes, ha quedado con la novia, amigos, se queda a ver la Champion, suele ser una persona que cae “enfermo” con frecuencia. Por norma general celebra los cumpleaños de todos sus familiares y amigos, todas las obligaciones coinciden con los horarios de entrenamiento, acumula todas las excusas posibles. Hasta que pasan de ir a entrenar y de dar explicaciones. Esto es falta de respeto al grupo y falta de compromiso con el equipo.
AL JUGADOR DE FÚTBOL, no suele preocuparle mucho el resultado de sus rivales. Algunos no saben ni en qué posición va su equipo en la tabla ni contra quién juegan el siguiente partido.

El día antes del partido EL JUGADOR DE FÚTBOL sale de fiesta como el que más, el partido queda en un segundo plano, En día del partido se encuentra en condiciones pésimas para practicar deporte y algunos incluso se inventan excusas bastantes malas para no ir sobre todo cuando el partido es fuera de casa. Los que van, cuentan orgullosos la hora de su llegada a casa la noche anterior (ni puta gracia para los futbolistas) pasan los 90 minutos del partido a duras penas. El resultado, aunque aparentemente les interesa, no les importa una mierda solo les importa jugar de titular, por el ego y para salir en la foto. Si fallan siempre tienen excusas, los “otros” son los culpables, de su mal partido, de sus pases errados, de su falta de actitud.

EL FUTBOLISTA, durante la semana nunca falta a los entrenamientos. Aunque tenga molestias, este cansado de un día agotador en el trabajo, en los estudios o no se encuentre bien, VA AL ENTRENAMIENTO. Si su equipo juega la Champion, VA AL ENTRENAMIENTO, si tiene algún acontecimiento familiar, trata de compaginar y VA AL ENTRENAMIENTO. Además de acudir siempre al entrenamiento, se toma de una manera muy seria las 2 horas del entrenamiento. Intenta no cometer los errores del partido anterior porque sin que nadie se lo diga sabe donde tiene que mejorar. Conoce al rival, sus mejores armas y sus mejores jugadores. Conoce perfectamente la clasificación de su liga.

EL FUTBOLISTA, pasa el fin de semana de modo diferente. El partido lo tiene presente en su cabeza durante muchas horas porque es uno de los acontecimientos más importantes del fin de semana. A veces se priva de salir, otras sale un rato para tomarse 2 o 3 cervezas y charlar un rato con su novia o amigos. El día del partido se levanta con el pensamiento de ganar, cuando llega al campo solo piensa en el partido. Está pendientes de los detalles, el sol, hacia dónde sopla el viento, el campo, el arbitro, y va visionando posibles situaciones del partido.

El FUTBOLISTA, durante el partido, puede estar más o menos acertado, puede fallar en el pase, hacer un mal despeje, o un mal control, un regate en una zona no adecuada e incluso puede que sus tiros a puerta no sean buenos, pero lo que realmente nunca les falta es la ACTITUD. Está todo el partido luchando, concentrado e intenta dar lo máximo en cada acción. AL FUTBOLISTA, el resultado, sí que le afecta. Cuando gana se siente orgulloso por el equipo y por él, en ese orden, porque ha trabajado para ello. Cuando pierde su malestar se alarga hasta mucho mas allá de la finalización del partido y su carácter cambia durante todo el día, incluso días, pero nunca hará responsable a nadie de la derrota.

El éxito o el fracaso de un GRUPO tienen una relación directa con el número de JUGADORES DE FÚTBOL o FUTBOLISTAS que formen el equipo.